domingo, 7 de abril de 2013

Una verdad que duele, pero muy cierta




Durante una conferencia sobre las grandes diferencias entre generaciones, un presumido estudiante se tomó la molestia de explicarle a un señor mayor sentado cerca de él, por qué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación:
"Usted creció en un mundo diferente, realmente casi primitivo", dijo en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan alrededor.
"Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, teléfonos, móviles, aviones jet, viajes al espacio. Nuestras sondas espaciales han visitado Marte. Tenemos naves con energía nuclear y autos eléctricos y de hidrógeno. Computadoras con procesos de velocidad de la luz…y más".
Luego de un breve silencio el señor mayor respondió:
"Tienes razón, hijo mío; nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes...
¡ASÍ QUE LAS INVENTAMOS!
Ahora, dime arrogante, ¿qué estás haciendo TÚ PARA LA PROXIMA GENERACION?"
¡El aplauso fue ensordecedor!



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viernes, 5 de abril de 2013

LOS DUENDES TRAVIESOS Y LA FELICIDAD


Un poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendes para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: "Debemos quitarles algo pero, ¿qué les quitamos?".
Después de mucho pensar uno dijo:
 "¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la
puedan encontrar".
Propuso el primero:"Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo", a lo que inmediatamente repuso otro: "no, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está".
Luego propuso otro:
 "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contestó: "No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará".
Uno más dijo:  "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que puedan viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad".
El último de ellos era un duende que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas y entonces dijo:
 "Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren".
Todos se dieron la vuelta asombrados y preguntaron al unísono: "¿Dónde?". El duende respondió: "La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán".
Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.


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