miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA CARROZA VACIA


Cierto día, paseaban por el bosque un padre con su hijo. El padre se detuvo en una curva y le preguntó al niño:

- Hijo mío, ¿qué oyes?

- Oigo a los pájaros cantar en los árboles -respondió el aludido.

- ¿Escuchas algo más?

El hijo aguzó el oído y contestó un instante después:

- Oigo también el ruido de una carroza.

- Efectivamente -dijo el padre-. Es una carroza vacía.

- ¿Cómo sabes que está vacía, si sólo oyes el ruido? -preguntó el niño.

- Es muy fácil saberlo: cuanto más vacía está la carroza, mayor es el ruido que hace.

Ese niño creció y se convirtió en adulto, y hasta hoy, cuando ve a una persona hablando demasiado, interrumpiendo inoportunamente a los demás, presumiendo, siendo prepotente... le parece de nuevo oír la voz de su padre: «Cuanto más vacía está la carroza, mayor es el ruido que hace».


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1 comentario:

  1. las personas que no tienen muchas luces, intentan destacar por algo.
    Un besito

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