domingo, 5 de febrero de 2012

INCREIBLE



Un matrimonio bautizó con la palabra “Increíble” a su hijo, porque tenían la certeza que haría increíbles cosas a lo largo de su vida.
Lo cierto es que, lejano a aquel mandato familiar, Increíble tuvo una vida equilibrada y tranquila. Se casó y fue fiel a su esposa durante setenta años.
Los amigos le hacían todo tipo de bromas, porque su nombre no coincidía con su estilo de vida.
Justo antes de morir, Increíble le pidió a su esposa que no pusiera su nombre en la lápida, para evitar cualquier tipo de bromas.
Cuando murió, la mujer obedeció el pedido, y puso, humildemente: “Aquí yace un hombre que le fue fiel a su mujer durante setenta años”.
Cuando la gente pasaba por ese lugar del cementerio, leían la placa y decían: “¡Increíble!”.

"Hay veces en que el sólo hecho de vivir
es un acto de coraje"

INTERNET

No hay comentarios:

Publicar un comentario